En la actualidad, la gastronomía, las actividades desempeñadas en la cocina y la hostelería, así como las propias industrias relacionadas, como las de alimentación y biotecnología, tienen planteados retos científicos impensables hace pocos años.

Estos retos tienen que ver con el estado de bienestar de la población, con mayores expectativas de vida, con hábitos saludables y con actividades humanas, sostenibles social y económicamente. Además, la deseada sociedad basada en el conocimiento demanda información, reflexión y capacidad de decisión y de mejora sobre cualquier aspecto de la actividad humana y cada día lo hace con más intensidad en el ámbito de la gastronomía.

Pero no sólo los profesionales, sino también los ciudadanos quieren saber qué comen, cómo se elaboran los productos que consumen, cómo se pueden mejorar los preparados, cómo se consigue una alimentación más saludable y, por supuesto, explorar nuevas fuentes de sabor. Por ello, los profesionales de la gastronomía son cada vez más exigentes en la elaboración de sus platos, así como, las industrias agroalimentarias en la obtención de nuevos y mejorados productos. Esta es la razón por la que muchos cocineros cuentan con departamentos de I+D+i en sus cocinas al igual que las industrias de los sectores alimentarios.